Ahora mismo el mayor problema al que se enfrenta el Estado
español es la independencia de Catalunya. Ojalá fueran importantes luchas
obreras y la combatividad inundando las calles de todo el Estado, pero no es
así por el momento. Por eso apoyar la independencia es agudizar la crisis del
régimen, cosa que beneficia al movimiento revolucionario de todo el Estado. Hay
que estar muy ciego para no ver que debilitar al Estado español sólo puede
adelantar su derrumbe, que no organizaremos una revolución de la noche a la
mañana. Pues la miopía política del españolismo rancio de algunos “comunistas”
sigue fortaleciendo al Estado opresor, oponiéndose a la independencia de
Catalunya como si viviéramos en un Estado socialista que respetara los derechos
nacionales, en el que entonces, no tendría sentido la separación. Pero ya no
sólo se oponen a la independencia, sino que ni siquiera defienden el referéndum
que nos niega el Estado al pueblo catalán. Este referéndum es evidente que no
puede ser pactado, como sí lo sería en un Estado socialista. Por lo tanto, no
queda otra que saltarse la legalidad y poner las urnas. Eso ya es un acto más
revolucionario que lo que han hecho jamás estos “comunistas”, por eso la
Audiencia Nazi-onal cita a independentistas y no a ellos.
La represión al independentismo evidencia que el Estado
español teme la independencia, no podía ser de otra forma por el motor
económico que representa Catalunya y por el orgullo facha que, como le dijo
Franco al rey antes de morir: “Lo que más me preocupa es la unidad de España”. La
independencia de Catalunya no sólo les supondría un duro golpe económico,
también un fuerte revés moral a la apariencia de Estado indestructible que
pretenden vender. Un Estado que no rompió con el fascismo no va a ceder por las
buenas ningún derecho democrático y duele recordar lo obvio a estas alturas. Lo
lógico ante una situación así es llamar a la desobediencia y al enfrentamiento
con el Estado enemigo de la democracia. Pero no, desde los “comunistas”
españolistas a Podemos, se deslegitima la desobediencia. El apego a la
legalidad fascista que tiene la izquierda domesticada vuelve a sostener al
régimen en un momento histórico. Lo que está haciendo Podemos en Catalunya para
evitar el desafío a la legalidad, es para encerrarlos por colaborar con el
fascismo. Mienten descaradamente e insultan a la inteligencia cuando aseguran
estar por el derecho a decidir. Si sólo lo quieren de forma pactada y esto es
imposible con este Estado, entonces no lo defienden. Con sus planteamientos,
los negros seguirían bebiendo en fuentes diferentes a los blancos en Estados
Unidos, porque jamás se habrían saltado la legalidad. No querer la
independencia es legítimo, aunque no nos beneficie. Lo que no es legítimo es evitar
que se declare si la mayoría la queremos o decir que no se puede hacer el
referéndum si el Estado lo impide. Eso, lo disfracen como lo disfracen, es no
respetar el derecho a la autodeterminación que tanto defendemos los comunistas.
Una vez más, como cuando acabó con los escraches y otras
luchas en las calles, Podemos demuestra que sirve para fortalecer al régimen. Para
algo les han dado tanta cancha en numerosos medios, para que entre otras cosas,
intenten evitar a toda costa el grave problema que le ocasionaría al Estado una
declaración de independencia. Son el enemigo disfrazado, por eso son más
dañinos que el PP que niega el derecho a la autodeterminación sin decorarlo. Estos
miserables pretenden que no nos saltemos la legalidad y encima lo hacen en
nombre del cambio. Por eso es un error la tibieza de la mayoría de
independentistas ante quienes más daño están haciendo alejando de la
independencia a quienes dudan. Hay que denunciarlos como lo que son: un sostén
del régimen ante la crisis cada vez más profunda que tiene. Quienes agudizan
esta crisis pueden ser aliados en momentos determinados, pero quienes se oponen
a agudizarla sólo lo fortalecen y no merecen más que el absoluto desprecio si
lo hacen de forma consciente como las Colau de turno, los Rabell o los
Coscubiela, que viniendo de CCOO y UGT estos dos últimos, tienen mucha experiencia
fortaleciendo al régimen.
Es intolerable que digan que un referéndum ganado con el 51% no sería un resultado suficiente. Resulta que la mayoría independentista debe plegarse a la minoría y no a la inversa, es increíble la cara que tienen y cómo se llenan la boca de democracia sin respetar la voluntad del pueblo catalán, cosa que los convierte en enemigos del pueblo. Ya viene siendo hora de que algunos lo tengan claro, otra cosa es que haya que convencer a sus votantes, pero sus líderes ya han demostrado que están con el régimen y no con la mayoría del pueblo catalán.
Es intolerable que digan que un referéndum ganado con el 51% no sería un resultado suficiente. Resulta que la mayoría independentista debe plegarse a la minoría y no a la inversa, es increíble la cara que tienen y cómo se llenan la boca de democracia sin respetar la voluntad del pueblo catalán, cosa que los convierte en enemigos del pueblo. Ya viene siendo hora de que algunos lo tengan claro, otra cosa es que haya que convencer a sus votantes, pero sus líderes ya han demostrado que están con el régimen y no con la mayoría del pueblo catalán.