Con el fin de ganar votos y
confundir, haciendo creer que la izquierda la representan estos farsantes vendidos, quienes abiertamente se reconocen de derechas han lanzado
una campaña para calificar a este gobierno de “Frente Popular” e incluso “comunistas”.
Cosa que en un Estado que se ha encargado de ser una fábrica de analfabetos
políticos, cala en amplios sectores. Lo cierto es que este gobierno no llega ni
a socialdemócrata y basta compararlo con las tan idealizadas socialdemocracias
nórdicas, donde las libertades políticas y los derechos son muy superiores.
Pero como Estados capitalistas que son, permanecen las desigualdades abismales,
la explotación, las organizaciones fascistas, el imperialismo, etc. Además cabe
recordar que su riqueza también nace del crimen, del saqueo y de la brutal
explotación en otros países. Basta como ejemplo la extracción del coltán en
África con explotación infantil incluida, del que se benefician multinacionales
nórdicas, o la conocida H&M cuya
mano de obra en diferentes países no difiere de esta. Por tanto, aunque la
riqueza esté algo mejor distribuida que aquí, no es legítima por su
procedencia. La oligarquía fascista española es tan reaccionaria, que no
toleraría ni una socialdemocracia en la que el poder seguiría sin ser de la
clase obrera y los sectores populares. Pero están tranquilos porqué este
gobierno no va a pelear ni por eso.
Desde los medios afines al PSOE-UP, se manipula igual agitando el miedo
de que “la derecha quiere un golpe de Estado”, conscientes de que VOX les ha
servido para que los partidos de gobierno no se hundieran electoralmente y frenar la temida abstención masiva. No
explicarán que si el fascismo dio un golpe contra el Frente Popular, fue porqué
sí se estaban produciendo transformaciones profundas, se conquistó la Amnistía
total para todos los presos políticos, un partido verdaderamente comunista
tenía un gran peso, etc. Desde su victoria, no han perdido el control del Estado, por lo
tanto no necesitan golpe alguno para recuperarlo. Los mismos partidos del
gobierno actual, PSOE y PCE, precisamente facilitaron la impunidad ante todos
sus crímenes, la aceptación de la monarquía impuesta por el fascismo, la Constitución
redactada por fascistas, la legitimidad de la legalidad que no suponía ruptura
con el fascismo, etc. En definitiva el “atado y bien atado” que esté quien esté
en el gobierno, perpetúa el poder de la misma oligarquía que tiene los
tribunales, el ejército y los cuerpos represivos, a su disposición para frenar
cualquier cambio profundo. Pero mientras no quede claro quien ostenta el
verdadero poder y de donde nace este, se seguirá cayendo en la trampa de sus
farsas electorales para legitimar un régimen con el que desde VOX a Unidos
Podemos, cierran filas a la hora de defender a sus pilares y criminalizar a
todo aquel que se salte la tan ilegítima como injusta legalidad opresora. Quedó
muy claro cuando UP no apoyó el referéndum por estar fuera de la legalidad (la
misma legalidad que defiende el llamado “trifachito”), dijo en boca de los A.
Garzón de turno que “los independentistas no pueden salir de rositas” o
criminalizó a los manifestantes que se defendían de la brutalidad policial tras
las sentencias.
Mientras el Frente Popular daba la Amnistía y garantizaba las libertades
políticas para el antifascismo, este gobierno no sólo no ha intentado frenar la
represión, sino que junto al resto de partidos ha impuesto la “ley mordaza
digital” que amplía aún más la censura en internet. Ni van a vaciar las cárceles
llenas de antifascistas, muchos de ellos en condiciones de tortura en
aislamiento y exterminio al serles negada la asistencia médica o mantenerlos
presos gravemente enfermos (saltándose su propia ley penitenciaria, pero de esa
legalidad no dicen nada), ni van a intentar tumbar la ley de partidos aprobada
por el PSOE entre otros, que tiene ilegalizado al PCE (r) por comunista además
de otras organizaciones antifascistas. Curioso gobierno con “comunistas” que
mantienen a comunistas en prisión e ilegalizados, curioso “frente antifascista”
liderado por un PSOE que impulsó el peor terrorismo de Estado y guerra sucia
calificada de excesiva hasta por el fascista Abascal, aunque a la hora de la verdad haría lo mismo. La estafa llega a tal
punto que se califica de antifascistas a los asesinos de antifascistas y un condenado por repetidas torturas hasta por el tribunal europeo como Marlaska, dirigiendo el ministerio de Interior, es llamado "progreso". El
ignorante tiene excusa, pero como decía el comunista Bertolt Brecht, “el que
sabe y calla, es un criminal”. El Estado más reaccionario de Europa, en el que
se expulsa a militares sólo por firmar un manifiesto antifranquista o juzgan
hasta a sus cuerpos represivos si se salen un poquito de lo dictado como
Trapero y su cúpula de los Mossos, no permitiría a un solo comunista en los
ministerios. El PCE no fue legalizado, fue legalizada la claudicación, el
abandono de sus principios históricos y la integración en el régimen. Por eso
ocupan el ministerio de trabajo, porqué van a perpetuar la sobreexplotación y
el terrorismo patronal, así como la represión de luchas obreras. Anticomunismo
en la práctica.
Este gobierno, especializado en campañas de marketing tan falsas como
las mencionadas anteriormente, intentará vender las insultantes limosnitas como
grandes logros. La miseria que ofrecen como “subida de las pensiones”, seguirá
sin asegurar una vida digna a millones de personas. Así con todo, pero igual
que intentan ocultar con folklore la represión actual contra el antifascismo,
intentarán tapar la ausencia de buenas condiciones para la mayoría, con el
cuento de que “los otros son peores”. Como si no fueran ellos quienes han hecho
más daño a los movimientos sociales, desactivando muchos con falsas promesas o
criminalizando toda combatividad en las calles, donde sí se pueden conquistar las importantes mejoras que su gobierno no va a otorgar. Los podemitas que hace años impulsaban escraches contra el PSOE, hoy
quieren vendernos que ser su muleta y resucitarlos (tras el nefasto gobierno de
ZP se estaban hundiendo) es la solución. Los mismos que se llenan la boca de “memoria
histórica”, que como mucho llega hasta la muerte de Franco, son quienes nos
quieren sumir en la amnesia para olvidar las reformas laborales del PSOE y
todas sus fechorías. Pues sin esa amnesia quedarían retratados como lo que son:
los salvavidas de un régimen putrefacto que en los años posteriores del
estallido de la crisis capitalista, padecía una profunda crisis que se hubiera
agudizado mucho más si no hubiera aniquilado en las urnas tanta rabia que empezaba a estar las
calles.
Parte de esa amnesia consiste en reducir el fascismo a VOX.
Resulta que antes de su aparición como escisión del PP fundado por el criminal
fascista Manuel Fraga al que P. Iglesias ha alabado en más de una ocasión, aquí
se había derrotado al fascismo y había habido ruptura y depuración. Como si la
Audiencia Nacional no llevara décadas condenando por señalar lo que es la
monarquía impuesta por el fascismo, defender derechos y libertades democráticas e incluso por chistes sobre Carrero Blanco. Una vez más, debemos fiarnos del
antifascismo del PSOE que considera delito de odio despreciar al nazismo. Pero
es que aunque VOX sólo sea una parte del fascismo, UP no se enfrenta ni a estos,
en el congreso los calificaron como “escaños legítimos”. Ya advertían los
clásicos del comunismo que “la socialdemocracia es la pata izquierda del
fascismo” y si estos no llegan ni a socialdemócratas, no digamos ya. Irrumpieron
diciendo que iban a asaltar el cielo y han acabado viviendo ellos en el cielo a
costa de seguir perpetuando un infierno para tantos. De infierno sabe bien el
jefe de gabinete de Iglesias, el ex JEMAD del ejército español que con gobierno
del PSOE dirigió la participación del Estado español en la invasión de Libia
que tras un genocidio, convirtió uno de los países con más calidad de vida de
África en uno de los peores, cuya población se ahoga en el Mediterráneo
tratando de huir ante la mirada impasible de la UE imperialista de la que UP
tampoco plantea salirse, igual que de la OTAN, la mayor organización realmente
terrorista del mundo.
Estos oportunistas no son ni republicanos, sus repetidos halagos a la familia
real, así lo confirman. Ante tanto olvido, urge la memoria para que en las próximas
elecciones se juzguen los hechos y no los discursos. Para poner fin al “si hay
que tragar una mierda, me trago esta”. No queremos ni merecemos ninguna mierda
y la dignidad no pasa por apoyar a un gobierno que va a perpetuar en esencia lo
mismo con un poco más de perfume, la dignidad pasa por organizarnos al margen
de sus partidos y sindicatos, para plantar cara en las calles de las que quieren
alejarnos.