Desde Podemos a C’s, del País a 13TV, todos se ponen
de acuerdo en dejar a Trump como el diablo y a Obama como un buen tipo. Pretenden
hacernos olvidar que hace escasos meses y bajo el mandato de Obama, se batieron
récords en cuanto a asesinatos de negros pobres a manos de la policía. También
que con su querido Barack, USA ha participado en 7 guerras imperialistas, más
que con Bush. Pero no pasa nada, en la era del marketing cuenta lo que sonríe
el candidato mientras miente, no los países que masacra. Nosotros podemos decir
que Trump es un criminal, faltaría más, pero la mayoría de quienes lo critican
están apoyando a criminales iguales o peores, ese es el problema. Uno de estos
era Obama y la conocida como Killary Clinton, que pretendía ocupar su puesto con
una postura mucho más belicista que Trump y que buscaba un enfrentamiento
abierto con Rusia. Los mismos que repiten un “no a la guerra” abstracto, luego
lavan la cara al Obama de las 7 guerras imperialistas y se lamentan de que
Clinton no haya ganado, como si alejarnos un poco de la tercera guerra mundial
fuera una pésima noticia. Con menudos “pacifistas” hemos topado.
No hace falta ser un lumbreras, y así lo saben los
millones y millones de estadounidenses que no han participado en la farsa
electoral, para darse cuenta de que apenas hay diferencias entre un presidente
y otro, pues ambos son firmes defensores del capitalismo que esclaviza a la
clase obrera. A parte de las ya citadas diferencias en el plano internacional,
Trump aboga por un proteccionismo económico que se traduce en poner fin a
tratados de libre comercio como el TTIP (Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones) al que también se
oponía la izquierda del capital que lava la sangre a Obama y a Clinton, qué
casualidad. Los comunistas también nos oponemos al tratado, pero no lavando la
cara al Obama que lo defendía. Sin embargo los medios burgueses y sus títeres
podemitas, los están pintando como dos polos opuestos y cosas que hace Trump y
que también hacía Obama, se las critican sólo a Trump. Como por ejemplo el
apoyo que ambos han dado a Arabia Saudí para masacrar Yemen. El otro día La
Sexta ponía el grito en el cielo por los terribles bombardeos de hace un par de
días, cuando ya hace dos años que empezaron, pero ahora pueden culpar a Trump. Si
los récords de negros asesinados a manos de la policía fueran con Trump, dirían
que es Hitler. Pero cuando sucedía con Obama estaban más ocupados diciendo que
era un tío enrollado que montaba fiestas con actores en la Casa Blanca y que su
mujer iba con vestidos muy modernos. Lo mismo sucede con los inmigrantes
deportados: Obama ha sido el presidente que más ha deportado, muchos más que
Bush. Pero si Trump habla de deportar, es titular en todos los periódicos.
Han encontrado en él
a alguien a quien linchar para ir de demócratas, aunque su crítica estrella
sobre el muro en la frontera con México tenga una hipocresía que también bate
récords. Ya hay un muro, Trump pretende ampliarlo. Pero la inmensa mayoría de
los que van de progres criticándolo, luego apoyan las políticas criminales de
la UE con los “refugiados” a los que tiene en lugares iguales o peores que los
campos de concentración nazis, apoyan a la OTAN que masacra sus países obligándolos a huir o callan la barbarie que suponen las cuchillas en
las vallas de Ceuta y Melilla. Cabe recordar que aquí hace nada la Guardia
Civil asesinó a al menos 15 inmigrantes (otros cuerpos no han sido encontrados)
a balazos de goma hasta que se ahogaron. Si hubiera pasado con Trump todos los
canales lo llamarían nazi, como pasó aquí, lo reducen a una anécdota sin
importancia.
Con la tortura sucede
lo mismo: Trump no oculta que está a favor de esta. Claro que es grave, pero
peor es decir que no se tortura y torturar como se hizo con Obama o se hace
aquí. ¿Acaso Obama cerró Guantánamo y su policía repartía abrazos? Los
mentirosos profesionales conocidos como tertulianos no dicen que al Estado
español hasta la UE le ha llamado la atención por las numerosas torturas que
además ni se investigan y se tapan. El enemigo, cuantas menos máscaras se
ponga, mejor. Y eso le reprochan a Trump: que maquille menos la barbarie. Porque
a parte de con el terror, el sistema se sostiene con la ignorancia y no
conviene que se sepa que se tortura. Hablan de su machismo como si la mujer
obrera fuera a estar más explotada con Trump que con Obama, cuando su situación
será idéntica. Como si el feminismo de Clinton fuera mejor, que se lo cuenten a
tantas mujeres sirias que han tenido que sufrir a los yihadistas “rebeldes
moderados” por la ayuda que los yanquis les han dado para intentar tomar el
control de Siria. Pero eso qué importa a los medios y al progrerío, a los que
sólo importa que Clinton es una mujer, como si sus bombas fueran a caer con más
dulzura por ello o la espalda les doliera menos a las mujeres que se la parten
en trabajos de mierda. Este es el nivel de la izquierda del capital que siempre
baila al son de los medios de manipulación.
Pero principalmente
utilizan a Trump para distraer, para que nos creamos que aquí estamos mejor.
Que yo sepa, quien nos condena a prisión por opinar es la Audiencia Nacional y
no Trump. Hasta en USA los artistas tienen más libertad de expresión que aquí. El
caso es entretener, cuando no es con Venezuela, es con Putin y si no, con
Trump. Así se ha llegado al ridículo de que haya manifestaciones contra Trump
en el Estado español y no contra la escandalosa subida de la luz, por ejemplo. Qué
duda cabe de que Trump es nefasto para la clase obrera estadounidense y para la
de todo el globo, pero lo va a tener difícil para superar el terrible legado de
Obama al que seguro que Clinton hubiera sumado muchos más asesinados y
probablemente, la tercera guerra mundial. Pretenden vendernos que hay un
imperialismo bueno y que la clase obrera estadounidense sufre menos si se
decora más la barbarie. Al final, lo que también pretenden es ocultar que hay
mucha vida más allá de esos candidatos, porque las elecciones burguesas se
resumen en votar a una mierda u otra. Vamos a tener Trump hasta en la sopa, los
medios seguirán bombardeando con noticias de todo tipo: desde el tinte de su
pelo hasta la marca de bragas de su mujer. Todo vale para distraer al personal,
no fuera que recuerde que aquí tenemos una situación catastrófica a la que hay
que poner fin y se vaya a por los responsables de esta.