El Jueves 1 de Septiembre declaro en la Audiencia Nacional,
ese tribunal fascista herencia del Tribunal del Orden Público franquista, que
se cambió el nombre pero que sigue cumpliendo la misma función: reprimir a los
revolucionarios. Se me ha citado por unos comentarios en twitter denunciando
los negocios criminales de la monarquía/Estado español con Arabia Saudí
(quienes ayudan tanto al yihadismo), por denunciar asesinatos y torturas a
manos de la policía y por decir que exterminaron en prisión a la presa política
del PCE (r) Isabel Aparicio por desatención médica, negándose a cumplir sus
propias leyes sin liberarla pese a estar gravemente enferma, teniéndola en
pésimas condiciones.
Es decir, se me quiere condenar a prisión por contar la
realidad, por relatar cosas que, independientemente de las ideas que uno tenga,
han sucedido. Hay vídeos y fotos que prueban asesinatos y torturas policiales y
hasta la prensa burguesa se ha hecho eco de la venta de armas del Estado
español a Arabia Saudí o incluso de las juergas que el Borbón ha tenido con sus
jeques.
Pero sucede que precisamente no quieren que se conozca la
realidad y si la cuenta un comunista, no sólo jode más, sino que les supone más
peligro. Ellos mismos lo reconocen cuando dicen que mis mensajes son dañinos
(para sus intereses) porque llegan a muchas personas, eso es lo que temen, que
el mensaje revolucionario se expanda y no quede sólo en un reducido círculo. Para
variar, la prensa vuelve a repetir mentiras como que apoyo a Al Qaeda o cogen
frases de canciones por las que ya fui condenado y las añaden a los twits como
si también entraran en la nueva causa. También mienten descaradamente cuando
dicen que Isabel Aparicio era presa de los GRAPO, todo para no mencionar al PCE
(r). Jamás he ocultado mi simpatía por esta guerrilla y me he solidarizado con
sus presas y presos, pero Isabel estaba cumpliendo condena por militancia en el
partido comunista.
Según cuentan algunos medios, fiscalía pide mi ingreso
inmediato en prisión. Sea o no inmediato, es evidente que con esta nueva causa
quieren asegurarse que pase una temporada entre rejas. He demostrado y seguiré
demostrando que no cedo a sus chantajes, pero quieren que esta represión sirva
para que otros se lo piensen dos veces antes de ser solidarios con los presos
políticos, denunciar torturas y asesinatos a manos de los cuerpos represivos o
denunciar a la monarquía mafiosa. Es un régimen decadente que sólo se sostiene
por el terror de la represión y por la manipulación constante.
Ya declaré ante los Mossos d’Esquadra cuando fui detenido en
mi ciudad por otra causa y por esta. Declararé lo mismo en la Audiencia
Nazi-onal: que lo que he dicho está de sobras probado. Aunque en este Estado
contar la verdad es delito y los jueces no atienden a argumentos, cumplen su
función represiva y punto. De nada sirve que ya haya declarado ante los Mossos,
me hacen desplazarme a Madrid para decir lo mismo frente al juez, aunque es
evidente que no me abonarán los billetes del viaje. Algunos no explotamos ni
saqueamos dinero público y no estamos para estos gastos.
Allá ellos si quieren apagar un fuego echando más leña, yo
lo pasaré mal si me encierran en prisión, pero el mensaje revolucionario que
tanto quieren silenciar, llegará a más personas. No me arrepiento de nada de lo
dicho y seguiré pensando lo mismo dentro o fuera. La conciencia vence al miedo
y ni sus centros de exterminio llamados cárceles me dan más miedo que la
sumisión o la complicidad del silencio ante su barbarie. Su tribunal fascista
no puede controlar nuestra memoria, nuestro odio a las injusticias, nuestro
amor a las oprimidas y nuestras ansias de libertad.