Volvemos a asistir a un linchamiento con mentiras de todo
tipo contra un colectivo de trabajadores, esta vez los estibadores. Cuanto más
teme algo la burguesía, más saña en la manipulación, de ahí que inviertan
tantos millones en propaganda anticomunista. Para deslegitimar su lucha, tienen
la falta de escrúpulos de llamarlos privilegiados. El año pasado cuatro
estibadores perdieron la vida trabajando y decenas más sufrieron “accidentes
laborales” mientras sus patrones, los verdaderos privilegiados, se enriquecían
tramando graves recortes en sus derechos. Los medios del sistema, cuya función
no es otra que lavar la cara a los explotadores y criminalizarnos a los
explotados que nos rebelamos, no airean los sueldos de los empresarios, sólo
los de los trabajadores y encima manipulados. Lo mismo hizo Colau para
desacreditar a los trabajadores del metro en huelga. Así, pretenden que no
apoyemos su lucha y que centremos nuestro rechazo en ellos y no en los
verdaderos privilegiados. Algo estarán haciendo bien cuando los medios al
servicio de la banca y multinacionales, los están atacando sin tregua con un
odio de clase que ojalá tuviéramos toda la de los oprimidos porque no
estaríamos como estamos.
Pero lo que más teme la burguesía de su lucha, es que cunda
el ejemplo y sean la chispa que prenda más luchas obreras. Que se desate una
fuerte solidaridad como no me cabe duda que sucederá si siguen con firmeza, como
pasó con la lucha de Gamonal que despertó la solidaridad en muchas ciudades que
salieron a las calles a apoyar. Ahora que la situación es desesperante pero
apenas hay luchas obreras, que esto se les vaya de las manos y fomente la
combatividad, es algo que les genera una seria preocupación, de ahí tanto
interés en intoxicar a la clase trabajadora para que no les apoyemos y sobre
todo, para que no sigamos el mismo camino. Por eso nuestro deber de clase, es
defender la legitimidad de su lucha y combatir la propaganda capitalista. Son
tan sádicos que intentan, a menudo con éxito, que el que cobra 600 euros, odie
al que cobra 1.000 o incluso 2.000, no a quienes cobran 10.000 o muchísimo más.
Han conseguido que se llame privilegiado al mileurista o al que se juega la
vida en el trabajo y no podemos quedarnos de brazos cruzados. Si en pocos años
han logrado que el “privilegiado” sea el mileurista, ¿qué lograrán si no los
frenamos? Que les pretendan bajar el sueldo hasta un 60% es para montar una
muy, muy gorda. Si hasta ahora no estaban tan jodidos como en otros sectores
aún jugándose a menudo la vida, es por las luchas que han tenido en el pasado y
porque sabiendo la que pueden montar, se lo han pensado dos veces antes de
joderlos de verdad. Pero cada vez nos exprimen más y ahora les ha tocado a
ellos.
Los estibadores no cobran mucho, hay que juzgar lo que
cobran en función de la dureza de su trabajo y sobre todo por los beneficios
que generan, que son colosales, de ahí la preocupación ante su huelga combativa
(recalco lo de combativa, porque las huelgas-farsa de CCOO y UGT no tienen nada
de eso). Por lo tanto cobran poco comparado a la riqueza que generan y en todo
caso, nosotros cobramos demasiado poco. Pero es tal su manipulación, que
algunos creen que la culpa de que cobremos una miseria es de los estibadores.
Hemos de combatir esas mentiras, pero no podemos quedarnos sólo con los que
tienen el cerebro lavado, sobre todo hemos de quedarnos con la gran solidaridad
y apoyo que están teniendo para no caer en el derrotismo inútil. Pero lo más
importante para diferenciarnos de la izquierda domesticada que perpetúa la
impunidad de los explotadores y que ahora se acerca oportunista a los
estibadores, es recordar que tienen legitimidad para utilizar absolutamente
todos los métodos de lucha que sean necesarios para combatir el terrorismo
patronal que pone en riesgo la vida de muchas familias. Los sabotajes que ya
han realizado no son ningún capricho, cuando no atienden con buenas formas, no
dejan otro camino. Precisamente por eso los temen: porque no se atan a la
legalidad que los condena. Pero esos métodos tan necesarios, exigen medidas de
seguridad, la policía está al acecho y cuenta con colaboradores como se ha visto
al airearse una asamblea en la que se llamaba a “romperlo todo” si no cedían.
Defender su lucha, es defendernos a nosotros. La solución es
colectiva, acabemos con el individualismo porque cuando un trabajador pierde
derechos, los perdemos toda la clase trabajadora, como bien recordaba el PCE
(r). Demos a conocer su lucha, combatamos las mentiras de los medios atacando a
los verdaderos privilegiados, defendamos la legitimidad de todos sus métodos de
lucha ilegales, pongamos en práctica la solidaridad. ¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE
OBRERA! ¡ADELANTE ESTIBADORES, ESTAMOS CON VOSOTROS, NI UN PASO ATRÁS!