Si para algo ha servido la lucha por el derecho a la
autodeterminación, ha sido para que la izquierda del régimen volviera a
recordar, sobre todo a los más ingenuos que los creían aliados, lo miserables
que llegan a ser. Los herederos de la tropa de Carrillo que defendieron la
Constitución, la monarquía, la reconciliación con el fascismo y por tanto su
impunidad tras el genocidio, etc, no podían ser menos y han defendido la
legalidad del régimen con mucha más dedicación que la que jamás han ofrecido a
la lucha revolucionaria. Si hubieran dedicado la mitad del tiempo que han
dedicado a atacar al independentismo desde el españolismo más rancio, a la
lucha obrera consecuente, estaría mucho más cerca la revolución a la que
renunciaron en el momento en el que condenaron todo aquello que perjudicara
seriamente al régimen como los métodos de lucha ilegales o la independencia,
también ilegal.
A quienes los conocemos bien no nos ha sorprendido lo más
mínimo. Son los mismos que no sólo no se solidarizan con quienes sufrimos
condenas de prisión por decir y hacer lo que no se atreven, sino que encima
llaman terroristas a antifascistas consecuentes o llegan a justificar la
represión, como también han hecho con la que están sufriendo los
independentistas. Nadie debería olvidar las declaraciones de Alberto Garzón
diciendo que “Puigdemont no puede salir de rositas”. Son como el policía que
mientras va de bueno te pone las esposas regañándote por no haber sido un
corderito del régimen y esos, son los peores. El enemigo, cuanto más
disfrazado, más peligroso. Tampoco se debe olvidar a destacados militantes del
PCE como Santiago Armesilla haciendo charlas y anuncios por la unidad de España
junto a fascistas de VOX o a Francisco Frutos, secretario general del PCE
durante muchos años, yendo de la mano del PP, C’s, P$OE, SCC, Falange, Democracia
Nacional, etc. No son casos aislados y aunque lo fueran, que no sean expulsados
del PCE, lo dice todo. También Cayo Lara y otros dirigentes del partido han
hecho declaraciones propias de un politicucho de C’s. Llevan haciendo lo mismo
desde la “transición”, siempre más cerca del fascismo que de los comunistas
consecuentes, pero conviene refrescar la memoria ante el tremendo
desconocimiento de lo que son, sobre todo a muchos jóvenes confundidos.
Es la izquierda tricornio, que como Podemos, presume de
tener entre sus filas incluso a un Guardia Civil que defendió el uso de pelotas
de goma o al militar Jefe Mayor de la Defensa, Julio Rodríguez, quien dirigió
la participación del Estado español en la invasión imperialista de Libia junto
a la OTAN. Pablo Iglesias, otro clon de Carrillo aún más patético si cabe, ha
renunciado hasta a la bandera republicana, sacando la rojigualda cuando menos falta
hace, insultando así a las víctimas del fascismo que aún esperan justicia en
cunetas, cementerios o cárceles. Mientras dirigentes podemitas lanzan vivas a
la GC, silencian sus crímenes y torturas, denunciados hasta por el tribunal
europeo. Como también silencian que quieren encarcelarnos por denunciarlos. Quien
a estas alturas defienda a estos pilares del régimen o es un ignorante total o
un canalla a la altura de Echenique, que se solidarizó con la GC que acosó a
los chavales de Altsasu encarcelados. Por esto y mucho más, son uno de los
mayores problemas que tiene el movimiento revolucionario para desarrollarse,
que no el único.
Ahora que el régimen reconocía que tenía la mayor crisis
desde la “transición”, en vez de apoyar al independentismo que la ha generado,
desde una posición crítica, se han puesto como siempre del lado de la legalidad
ilegítima nacida del golpe fascista del 36. Las excusas han sido de lo más
ridículas, acusando al movimiento independentista de burgués cuando ellos jamás
han ocasionado problema alguno a la burguesía española aún más poderosa. Ahora
resulta que les importa mucho acabar con la burguesía a quienes llevan 40 años
calmando las calles, durmiendo la rabia en las urnas junto a los sindicatos del
régimen CCOO y UGT. Ahora resulta que los mismos que mendigan pactos con el
P$OE que tanto daño ha hecho a la clase obrera y a los militantes que la han
defendido, tienen algún tipo de credibilidad hablando de lucha contra la
burguesía. También urge recordar que no tienen nada que ver con el PCE del
Frente Popular que tanto defendió el derecho a la autodeterminación, basta leer
textos de José Díaz. Como tampoco tienen nada que ver con el PCE (r) que
denunció la farsa de la transición pagando un caro precio por ello y que
siempre ha defendido, con mucha más firmeza que la burguesía independentista, los
derechos nacionales.
“Izquierda” tricornio es Colau negándose hasta a declarar
persona non grata al rey Felipe. Los apoltronados no se atreven ni a eso. Se
diferencian del P$OE lo mismo que C’s del PP. Es Julio Anguita diciendo que hay
que entregar a la policía a cualquiera que en una manifestación se defienda de la
policía o cause disturbios, igual que hizo su partido en Gamonal, condenando
los enfrentamientos que dieron la victoria a la lucha. Es Cañamero diciendo que
la GC ya no golpea ni tortura. Es Cayo Lara diciendo que se puede llegar al
socialismo con la Constitución o celebrando la victoria del imperialista
Hollande. Es Bescansa apoyando el encarcelamiento de los titiriteros. Es Coscubiela puesto como ejemplo por Intereconomía o 13TV. Son todos
ellos silenciando los crímenes del Estado como el exterminio por desatención
médica de presas revolucionarias como Isabel Aparicio. Ni siquiera han puesto
el grito en el cielo por el encarcelamiento de un twittero que denunció la
dispersión de los presos políticos. Eso sí, cuando ETA ejecutaba a un político
del régimen, no tardaban ni 5 minutos en condenarlo. Si se preocuparan lo mismo
por los trabajadores que a diario son asesinados al ser obligados a trabajar
sin seguridad…
Algunos dicen defender de palabra el derecho a la
autodeterminación y sus hechos demuestran todo lo contrario, como en tantas
cosas más. Decir que sólo se apoya si es pactado con el Estado español, sería
como decir que el socialismo en Rusia sólo era legítimo si era pactado con los
zares. Estos estafadores profesionales pretenden que los opresores dejen de
serlo por arte de magia y cobran muy bien por defender su legalidad con tanta
insistencia. ¿Alguien se cree que tendrían poltronas tan cómodas si en vez de
hacer regalitos al rey o limitarse a llamarle ciudadano, denunciaran a la monarquía
sin medias tintas? Lo que les jode a estos arrastrados, es que hasta la
burguesía independentista haya plantado más cara al régimen que ellos. Mientras
los Jordis y medio Govern están encarcelados por saltarse la legalidad
fascista, Garzón y compañía babean en platós llamando irresponsable al
independentismo, justificando así la brutal represión. Ese es su respeto por la clara victoria del sí en el referéndum por el que tantos nos jugamos la cara e incluso la vida.
Igual que no podemos olvidar ni perdonar la represión del
fascismo, tampoco podemos olvidar que no lo tendrían tan fácil si no fuera por
la colaboración de la izquierda tricornio. Igual que la socialdemocracia
alemana facilitó el triunfo nazi, estos perpetúan la impunidad y el poder de
los herederos de Franco. Que sigan mendigando gobierno junto al PSOE de los GAL
que ha aplaudido las palizas y pelotas de goma contra el pueblo que acudió a
votar en el referéndum, que nosotros nos encargaremos de recordar que son parte
del régimen y por lo tanto, el enemigo.