La entrada de Valtonyc en prisión dentro de pocas semanas, marcará un antes y un
después, como lo marcó en 2011 que yo fuera detenido por rapear y sufriera un registro policial en mi domicilio en el que como la GESTAPO, me secuestraron hasta libros, fotografías, el ordenador y camisetas, no sólo a mi, también a mi familia. Tras mi condena de dos años de prisión, fueron detenidos y condenados a prisión 14 raperos más. Valtonyc lo marca porque en las últimas décadas, ningún artista había sido encarcelado por sus
canciones. El Estado avanza otro paso en el ya muy elevado nivel de represión.
Además, lo hace con suma facilidad. Hace cuatro meses también lo hacía
encarcelando a Alfredo Remirez, siendo el primer preso por tuitear. Antes de él, decenas también habían sido condenados a prisión por tuitear sin llegar a entrar y en ningún caso hubo manifestaciones masivas. Tras el encarcelamiento de Alfredo, salvo unos
pocos que lo difundimos por las redes y más allá, apenas hubo bombo mediático y qué decir de protestas
en las calles.
Si nuestra respuesta también marca un antes y un después, se lo
pensarán dos veces antes de seguir encarcelando tan a la ligera por delitos de
opinión. De la respuesta que demos ante el encarcelamiento de Valtonyc,
dependerán las futuras condenas. Para eso, es necesaria la autocrítica para salir de la
comodidad de no llevar la denuncia más allá de las redes. Hay que asumir que
los lamentos sin lucha, no cambian nada. Que la indignación y la rabia que
mueren en el twitter, no podrán conquistar la libertad de expresión ni ningún
otro derecho. Una gran parte de las personas que viven en nuestros barrios, no
andan pendientes de internet, de ahí la importancia de hacer campañas y
organizar manifestaciones o charlas para dar a conocer estos casos en cada
rincón. Eso, irá generando la conciencia que permita fortalecer la organización
de la solidaridad y sobre todo la organización revolucionaria que un día ponga
fin al régimen que mientras exista, seguirá ejerciendo la represión constantemente.
El enemigo es constante en la represión y en la manipulación, si nosotros no lo
somos en la lucha, no podremos avanzar y derrotarlo.
Está en nuestra mano impedir que puedan normalizar la
represión con tanta facilidad. Que cuando Valtonyc sea encarcelado, no
olvidemos que lo hacen para aterrorizarnos a todos y que nos aniquilan esa
libertad a todos. Eso nos hará entender el deber que tenemos de no quedarnos de
brazos cruzados, de hacer ver a quienes lo desconocen, que esto también les
afecta a ellas. Que sus rejas serán las nuestras, como lo son las de los
numerosos presos y presas políticas antifascistas que lo dieron todo para que,
entre otras cosas, no vayamos a la cárcel por contar lo que hacen nuestros
opresores o mostrar una legítima rabia ante su impunidad. Que el caso de
Valtonyc, como el mío, sirvan para dar a conocer otros casos menos mediáticos e
igual de injustos o aún más, como el de Manuel Pérez Martínez (camarada Arenas). Precisamente nos han condenado por denunciar sus situaciones que tanto quieren ocultar.