domingo, 28 de febrero de 2016

El cáncer del postureo "comunista"



Si hay un cáncer que corroe una gran parte del conocido como “movimiento comunista”, es la obsesión por el folklore que suele llevar a la banalización de quienes se dice respetar. Así, como con la imagen del Che, Stalin también ha pasado a ser más un postureo guay, que alguien de quien tomar un mínimo ejemplo práctico. Desde luego, si a alguien beneficia todo esto, es al capitalismo. Con el Che han invertido mucho en intentar reducirlo a una marca y les ha dado sus frutos, con Lenin y Stalin no les está haciendo falta, ya se encargan las nuevas generaciones de reducirlos, con honradas excepciones, a memes y fotos de perfil. Sobra decir, pero lo aclaro ante previsibles malinterpretaciones, que no tengo nada en contra de ponerse una foto de Lenin o Stalin, faltaría más, pero sí contra quienes reducen el comunismo a ese fetichismo sin una práctica revolucionaria, pues Lenin y Stalin eran los primeros en combatir eso. Además, suele pasar que quienes son más dados al folklore, son quienes menos luchan.

Internet ha propiciado todo ese circo, reduciendo el comunismo a algo parecido a una colección de cromos de Pokemon, despojándolo de toda seriedad. Basta echar un ojo a twitter, parece que está lleno de rojos y que pronto se organizará algo cercano a una revolución. Nada más lejos de la realidad, es un mundo paralelo. Los hay que están todo el día con la bromita, memes y más memes absurdos con tal de no mover el culo para ayudar a parar un desahucio o hacer agitación y propaganda en las calles para elevar el nivel de conciencia de las masas y así poder organizar la revolución en el futuro, que cabe recordar: no entrará por la ventana. Aunque si les entrara por la ventana huirían porque supondría riesgo y trabajo. Casi todos, en mayor o menor medida, hemos errado al banalizar algo tan serio alguna vez, cosa comprensible cuando se es un quinceañero. Pero cuando algunos ya están creciditos, el despropósito adquiere otra dimensión. Algo por lo que tantas y tantos han dado la vida o la siguen dando, algo por lo que revolucionarios están condenados a cadena perpetua, no es para estar con la bromita todo el día. El problema es que para involucrarse hay que tener conciencia, cosa difícil cuando la máxima preocupación de algunos es poder salir de fiesta. Y no hablo de quienes admiran a Paquirrin, sino de muchos que utilizan folklore comunista constantemente.

Lo más triste de todo, es que encima se creen muy distintos a quienes ven “hombres, mujeres y viceversa” y los insultan con aires de superioridad, en plan: “tú eres un borrego y yo no”. Quien no lucha por ignorancia, tiene excusa y ya bastante tiene con su ignorancia, en todo caso habrá que luchar para que tomen conciencia, pero quien conoce y no actúa, tiene muchísima más culpa que el ignorante. Es muy fácil presumir de conciencia demostrando todo lo contrario actuando como un ignorante más. Como también es mucho más fácil creerse distinto por ponerse fotos de revolucionarios o usar sus nombres para el nick de facebook, que ir a asambleas a radicalizar las luchas u otras tareas revolucionarias. Lo reducen a postureo como la adolescente que forra su carpeta con fotos de Enrique Iglesias, aunque seguro que esta haría más por Enrique que tantos posers de internet por las ideas que defendieron Lenin, Stalin, etc. Los bolcheviques asistían a asambleas y se jugaban cárcel por darles a los zaristas donde les dolía, no se creían super guays desde la comodidad y la desorganización absoluta poniéndose fotos de Marx sin mover un dedo por la revolución que supuestamente quieren los posers. Para ellos, que tanto se llenan la boca, esto no llega ni a hobby, porque hasta a un hobby se le dedica muchas más horas de las que dedican a la lucha. Los memes de Lenin no evitarán desahucios, pero sus ideas comunistas puestas en práctica, sí.

Para colmo, quienes reducen el comunismo al folklore, suelen faltar al respeto a quienes sí actúan como revolucionarios ejemplares. Será porque no soportan que con su ejemplo les recuerden que eso defendió e hizo Lenin y no la cibermilitancia. Es una verdadera lástima que con las condiciones objetivas que se dan, con millones de personas pasando hambre, desahuciadas o sin trabajo, no se estén aprovechando todo lo que se podrían para crear las subjetivas que nos permitan avanzar mucho más rápido hacia la revolución. ¿Pero realmente quieren la revolución o sólo hacerse los guays por internet? La respuesta la demuestran con sus hechos. Algunos madurarán y se pondrán manos a la obra, otros se pasarán la vida echando pestes de los verdaderos revolucionarios con una foto de Lenin de perfil o creyéndose muy distintos al que tiene una de Ronaldo, cuando en las calles hacen el mismo trabajo revolucionario: ninguno. Ya decía Lenin que “Si uno no está dispuesto a arrastrarse por el barro, no es revolucionario, sino charlatán” y José Martí que “si no luchas, ten al menos la decencia de respetar a quienes sí lo hacen”.