sábado, 27 de febrero de 2016

LOS AYUNTAMIENTOS DEL TIMO



Escribo esto justo al terminar de leer la noticia de que el ayuntamiento podemita de Cádiz, entregará un premio a la oposición fascista en Venezuela a sueldo de USA. No sorprende lo más mínimo viniendo de quienes defienden a la OTAN y de quienes apoyaron la venta de barcos de guerra a Arabia Saudí con los que masacrar al pueblo de Yemen. Parece que pocos nos escandalizamos ante estas noticias, como si la OTAN invadiera países con caramelos y no a bombazos si es defendida por Podemos. Que Podemos esté al servicio del imperialismo mientras la OTAN ha realizado en suelo español algunas de sus maniobras militares más importantes en los últimos años, no es cosa menor. Que se hagan mirar algunos la tolerancia que tienen con estos títeres del imperialismo cuando hace dos días le decían de todo al P$OE por hacer lo mismo.

Sólo es una fechoría más de los que tuvieron la falta de vergüenza de autodenominarse “ayuntamientos del cambio”. A estas alturas sólo los más ingenuos o mentirosos dudan que esto sea una segunda transición, otra maniobra del régimen para que como ya muerto Franco, haya cambios para que en el fondo todo siga igual y los privilegios de la oligarquía financiera sigan intactos a base de terror y manipulación. En esta segunda transición Podemos juega el papel que jugaron el PCE y el P$OE en la primera: denunciar a los revolucionarios, legitimar la represión, decir que hay democracia, frenar la lucha en las calles, perpetuar la impunidad de los opresores, etc. Pero tras tantos años de desgaste del régimen, por unas condiciones objetivas más desfaborables de crisis capitalista y por el legado de los revolucionarios que llevan resistiendo desde la transición; no van a tener tanto recorrido como los farsantes del P$OE y ya se están quemando en sus ayuntamientos en cosa de pocos meses.

Basta ver, a modo de resumen, como el ayuntamiento de Manuela Carmena ha sido felicitado públicamente por Bankia por oponerse tajantemente a las ocupaciones de bancos para exigir el derecho a la vivienda que tanto prometió. Todo esto mientras cuatro afectados del ere de Bankia fueron empujados al suicidio en poco más de una semana y mientras este banco no deja de desahuciar familias, también en Madrid. Pero el ayuntamiento de Carmena volvía a demostrar de que lado está. Bastaría esta barbaridad para tener claras las cosas, pero no acaban ahí sus servicios a estos criminales, aunque a algunos no les basten ni todos juntos. Así, gracias a legitimar la represión, fueron sacados a porrazos quienes ocupaban un banco llegando a tener que ser ingresada una mujer en silla de ruedas que también recibió. Ver a Bankia agradecer la faena al ayuntamiento de Madrid, era digno de hacer un escrache inmediato en casa de Carmena, que sigue ejerciendo de jueza represora como cuando fue cómplice de torturas a presos políticos antifascistas del PCE (r) y de los GRAPO. Tan pocos escrúpulos tiene, que se atrevió a presumir de que “Madrid es una ciudad libre de desahucios” cuando cada semana hay varios desahucios que sepan las asambleas por la vivienda, porque otras tantas familias no se acercan a ponerlos en conocimiento. Aunque sólo hubiera un desahucio en Madrid se la podría atacar porque una de sus promesas electorales por las que fue tan votada, fue terminar con todos. Pero son muchísimos y para colmo, con porrazos de por medio y con el ayuntamiento atacando las legítimas ocupaciones de bancos y viviendas vacías.

La plataforma por la unión de las luchas obreras, Unificando las Luchas, también ha denunciado la publicidad y los pactos de Carmena con multinacionales que no respetan los derechos de los trabajadores. Qué decir también de los GPS que el ayuntamiento ha instalado a los barrenderos, como si la culpa de la suciedad fuera suya y no de los pocos trabajadores destinados a la limpieza. En vez de contratar a más para disminuir el paro o mejorar sus condiciones, los controla como si fueran vagos. Una vez más, criminalizando a los trabajadores en vez de apuntar hacia los explotadores. Pero si con algo se ha coronado aún más, ha sido con la denuncia a los titiriteros. Sumada a la campaña de criminalización contra estos de la líder de Podemos Carolina Bescansa en La Sexta Noche. No sólo no se solidarizan con quienes sufrimos la represión, sino que encima criminalizan. Más tarde, por tantas personas increpándolos, dijeron que la cárcel era excesiva, pero ahí estaban la denuncia suya y sus ataques. El ridículo espantoso que hacen intentando agradar a la derecha, cuando los van a criticar igual hagan lo que hagan, es intolerable. Evidentemente, cuando asumes gran parte del discurso del enemigo, no tienes ni la c de cambio.

También su colega Ada Colau ha demostrado que de criminalizar a los trabajadores, sabe un rato. Lo que ha hecho ante la huelga de metro, lo llegan a hacer el PP$OE y la que se montaba…Pero claro, si lo hace una progre, la víctima es ella y no los trabajadores. Porque encima ha tenido la cara de escribir un comunicado lleno de falsedades haciéndose la víctima, cuando la que cobra un sueldazo es ella y los directivos de TMB, no los trabajadores que están en huelga. Los trabajadores denuncian que para criminalizarlos ha hecho públicos sus supuestos sueldos, con datos falsos. Pero aunque fueran ciertos, son limosna comparado a lo que ella cobra o lo que cobran los directivos. Colau ha empleado los mismos métodos que la burguesía para intentar desacreditar a los huelguistas y poner a la gente en su contra. Los trabajadores han dejado claro que sobre todo luchan contra los contratos precarios, más que por aumentos salariales, cosa que Ada ha ocultado. Ha dejado a los huelguistas como si hicieran la huelga por capricho, sin mencionar que pierden dinero, mientras se mostraba servil con la monarquía y con los millonarios del Mobile World Congress. Es en situaciones como estas en las que todo el humo vendido queda en nada y se demuestra que con los hechos se posicionan al lado de los explotadores. En Barcelona también han seguido los desahucios, los pactos con multinacionales que no respetan los derechos de los trabajadores y los abusos de la Guardia Urbana con ataques racistas contra los inmigrantes que tratan de ganarse el pan como pueden vendiendo discos o haciendo arte en la calle. Tanto es así, que hasta un inmigrante que apoyó a Ada Colau, se ha puesto en huelga de hambre frente al ayuntamiento para que le retiren una acusación en la que le piden cárcel y una elevada multa por haber sufrido una agresión racista por parte de varios policías. Colau ha demostrado con hechos que se aprovechó de la PAH para hacer carrera política y apoltronarse, de lo contrario no actuaría así, pero se aprovecha de su pasado para justificar las traiciones del presente y no perder la confianza de muchos que la apoyan ciegamente. Ella lo sabe y lo exprime, de ahí su comunicado yendo de víctima.

Pero lo más sangrante de todo esto, más que las falsas promesas electorales que los ponen a la altura de un partido más, son las justificaciones absurdas de muchos de sus votantes que recuerdan más a fanáticos de una religión o a votantes del PP$OE, que a personas que pelean por un verdadero cambio. Si desahucian con el PP, son criminales, sin desahucian con Carmena o Colau, “no podían hacer otra cosa”. Pues sí que pueden hacer más, por lo pronto no mentir, pero por las cosas que no podían, no haber prometido jugando con las ilusiones de personas desesperadas. Ni Colau ni Carmena eran unas novatas ingenuas, sabían bien dónde se metían y que no podrían cumplir todo lo que prometían. ¿Entonces para qué se llaman Podemos? Pues para engañar a la gente como un partido más del sistema, así ganan votos. Lo único que ha cambiado es que antes todos sus votantes criticaban lo que hacen los “ayuntamientos del cambio” y que ahora no sólo lo asumen, sino que lo apoyan. Pero unos pocos ya se están dando cuenta de que esto tiene mucho más de timo que de cambio y de quienes lo vemos depende que sean más. Hemos de denunciarlos alto y claro, pues cuantas más personas tengan fe ciega en estas timadoras profesionales, menos lucha habrá en las calles y más se retrasará el verdadero cambio.